En un
razonamiento deductivo válido, la conclusión debe derivarse necesariamente de las
premisas, lo que quiere decir que, si las premisas del
razonamiento son verdaderas, la conclusión ha de ser verdadera. Por ejemplo, si aceptamos que todos los glips son glups y que x es glip, la conclusión lógicamente necesaria es que x es glup. No podemos afirmar las premisas y negar la conclusión sin contradecirnos. Otro ejemplo:
Premisas: • Si luce el sol, la ropa tendida se seca. • Luce el sol.